sábado, 7 de marzo de 2009
Divagaciones sobre la "cultura"
Entendiendo por cultura, en este caso, pues la palabra contiene en sus diversas definiciones conceptos varios, las manifestaciones creativas del ser humano, comprendemos enseguida que dichas manifestaciones pueden abarcar desde los movimientos urbanos más Underground hasta excelsas obras literarias. Muchas cosas influyen en “la cultura”, pero una parte importante de ella es producida individualmente, digamos fruto de la inteligencia, sensibilidad, talento y trabajo….de una persona o incluso un grupo. Ahí reside en gran parte su belleza, la libertad que escapa y se expande. Pero ahora lo que no para de expandirse son las garras de la clase política, que no conformes con sus más que holgadas cuotas de poder, fiscalizan hasta la más mínima expresión creativa. Siempre ocurre, el poder debe mantenerse, para ello es necesario que todos los resortes sociales estén debidamente orientados a proteger los intereses de los que, en un momento determinado, ostentan el ansiado trono. Como decía Gramsci, es mejor convencer al resto de que mis intereses son sus intereses, así todos trabajan mansos para uno. Hoy, en la era de la tecnología, la comunicación, la publicidad, todo es más difuso, más confuso y a su vez más efectivo, hay que utilizar lo que brinda la actualidad para repetir oscuros patrones del pasado. Es necesario acotar las posibilidades, silenciar lo que no conviene y en definitiva, hacer pan con moldes para magdalenas. Hacer “cultura”, enlatada ya desde las instancias de poder (estatal y regional) y colocarla como expresión libre, porque lo importante, es que no se note el estrecho molde que pretende dar forma a todo. La sofisticación corre de parte de los medios de comunicación, como siempre ha ocurrido, sólo que ahora presentan como diverso, lo que es lo mismo. Lo único bueno es, como siempre, la capacidad humana para lo genuino, la Cultura y las mentes creativas son más amplias que todo esto y la percepción y el ingenio también se afinan más. Aún en la sombra, siempre habrá “productores de Cultura” que representarán lo más admirable y grande del ser humano, lo que le sitúa, con su esfuerzo, lejos del camino de servidumbre.
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1 comentario:
Tomás, sabes lo triste de este asunto que pones encima de la mesa, como siempre acertadamente. Pues lo triste, es la reciprocidad, cuando el "arte" cae bajo los cantos de sirena del poder. En definitiva, cuando se acepta el trueque, las prebendas, el vil metal. Aquí la culpa no la tiene el poder, la culpa es del artista que acepta perdiendo así, su esencia y dignidad... ya después viene todo lo que tú apuntas.
Un gran saludo.
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