Existe una expresión en mallorquín que es “anar de vert en blau” que significa cambiar constantemente de forma, la expresión no denota evolución, no tiene nada que ver, si no más bien falta de sustancia real. Esta falta de sustancia, de algo verdadero, este “anar de vert en blau” indica, en el imaginario popular, oportunismo o persona poco fiable. Según esto podemos hacer observaciones y comprobar quién va de vert en blau de una forma demasiado frecuente, sospechosa, llegando a lo que se podría denominar “comportamiento pseudoesquizoide”. Es posible encontrar personas así en todos los ámbitos de la sociedad, puede que incluso no se trate más que de personas indecisas, influenciables o dubitativas y su intención no vaya más allá de la supervivencia o el mero aprendizaje, son entendibles y excusables. Pero hay un ámbito en el que esto empieza a ser demasiado pesado e indigesto, por supuesto estoy hablando de la esfera política, encarnada en la mayoría de nuestros políticos. La frecuente exhibición de discursos contradictorios y cambiantes, la constante verbalización de conceptos disonantes, el estar en esta posición y la contraria, aquí y allá, el fomentar un problema y presentarse inmediatamente como solucionador de problemas etc… viene siendo la práctica habitual de quienes ocupan las esferas de poder, representando no se sabe bien qué y a quién. El caso más abrupto es el de aquellos partidos que dicen poseer una lista de ideas que se expanden más allá de los cuatro dogmas de la nueva religión, que es el nacionalismo en España, fraguado en petit comité y difundido a la aldea mezclado con algún componente semántico con carga grandiosa, de tipo libertario. Partidos como PSOE, PP por no hablar de IU ( minifederación de partidos nacionalistas), se dedican en diferente grado a ir de vert en Blau”, según convenga, en el espacio y en el tiempo. El PSOE se escudará en su estructura federal, pues yo digo que lo que le permite su estructura federal es tomar el pelo. Es un partido que se presenta cuando le conviene como partido con la vista puesta en los intereses del conjunto, tanto de lo ciudadanos como de los españoles y cuando no le conviene se presenta como defensor de los intereses del nacionalismo más aldeano y las nuevas élites que produce. El PP por su parte ha propiciado que el nacionalismo vaya "viento en popa a toda vela", por acción y por omisión e incluso ahora ya de forma descarada en el nivel municipal. Los que desde luego no van de Vert en Blau son los partidos nacionalistas, creo que como votante prefiero esta claridad.
Todo esto tiene que ver con la mentira, claro, y también con el poder. Pero el PODER para qué, porque si es para beneficiar a una estructura que permite traicionar lo más básico que es el mínimo respeto a la ciudadanía, este PODER no está en las mejores manos.
Sobre esto deberían hacer una reflexión profunda los que representan a los ciudadanos, profunda significa con cierta conciencia, no con cierta astucia para que no se note tanto.
¿O se piensan que todos somos tontos menos ellos ?
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1 comentario:
Bravo amigo Tomás. Tu escritura, clara, concisa, esclarecedora y límpida nos aclara el panorama turbio, enrarecido, ponzoñoso y pestilente. Aire fresco por favor!!!
Donde hay que apuntarse!!???
Queremos mas!!!
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